terça-feira, junho 21, 2005

Un mensaje de Teresa y de su hermana Hercília


Para que las palabras no basten es preciso alguna muerte en el corazón.
La luz del lenguage me cubre como una música, imagen mordida por los perros del desconsuelo, y el invierno sube por mí como la enamorada del muro.
Cuando espero dejar de esperar, sucede tu caída dentro de mí. Ya no soy más que un adentro.

Alejandra Pizarnik

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